México: Cartografía de las minas para transformar la vida de las comunidades

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Antecedentes: La opacidad del sector minero

Por años, el sector minero de México ha estado marcado por la opacidad. La información de la Dirección General de Minas no se hacía pública y al ser el Estado el propietario de todos los recursos minerales, las y los dueños de las tierras no tenían derecho alguno sobre los minerales bajo las mismas. Las empresas mineras podían iniciar sus actividades sin ningún tipo de consulta y sin ni siquiera informar a las comunidades locales. Para empeorar las cosas, la Dirección General de Minas se beneficiaba de la opacidad: sus datos estaban a la venta a un precio de casi un millón de pesos (unos 50,000 dólares) por cada mapa de las zonas mineras. Para que una ciudadana o un ciudadano obtuviera información sobre las minas en México, tenía que pagar 7 millones de pesos (¡más de 350 mil USD!). Cuando se pagaba, sólo se recibía la información más reciente; para conocer cualquier cambio, había que volver a pagar.

En 2015, desde mi organización, CartoCrítica, incidimos para que los mapas de las zonas mineras fueran de acceso público y gratuito, lo que representó un triunfo significativo. Sin embargo, aún era necesaria una mayor transparencia. Teníamos los mapas, pero identificar la ubicación exacta de las minas y su impacto medioambiental seguía siendo un reto. Las concesiones mineras abarcan múltiples zonas, lo que dificultaba la localización de los proyectos mineros reales en medio de otras concesiones comerciales. Esta falta de claridad ha ocultado por años las repercusiones medioambientales y comunitarias de las actividades mineras. 

Nos enfrentamos a importantes contratiempos, como la suspensión de México en EITI en 2022 y el retiro de la sociedad civil de la Alianza para el Gobierno Abierto (OGP, por sus siglas en inglés) en 2023. Sin embargo, esto no nos doblegó. Por el contrario, reforzó nuestra determinación para unirnos y luchar con más empeño por la transparencia. La idea fue muy sencilla: junto con otras organizaciones, decidimos utilizar nuestros recursos colectivos para crear nuestro propio mapa, que sería accesible a todo el público.

La motivación: Descubrir las minas ocultas

Como parte de la campaña mundial #DiscloseTheDeal, liderada por PWYP, la principal motivación para crear un mapa fue aportar transparencia y rendición de cuentas al sector minero para mostrar su impacto a nivel territorial. Queríamos identificar la ubicación exacta de las minas, cuantificar la extracción de minerales y evaluar el impacto ambiental, en particular el consumo de agua y la contaminación. Las repercusiones medioambientales de las actividades mineras se desconocían en gran medida debido a la falta de datos accesibles y precisos.

El proceso: Elaboración de un mapa integral

A pesar de enfrentarnos a numerosos obstáculos, nos propusimos crear un mapa integral y transparente de las actividades mineras de México. Con un presupuesto limitado, nuestro equipo analizó minuciosamente más de 100,000 registros de 11 fuentes gubernamentales, bases de datos académicas y nuestros propios datos. Localizamos manualmente 857 minas en funcionamiento e incluimos los datos sobre requisitos medioambientales de 249 minas de extracción metálica. Estos datos incluyeron evaluaciones de impacto ambiental, permisos de uso del agua, declaraciones de sucesos contaminantes, etc. 

El proceso fue muy laborioso e implicó la verificación manual de los datos y el desarrollo de un algoritmo para ayudar a identificar los proyectos mineros. A pesar de no ser fiable al 100%, el algoritmo aceleró considerablemente nuestro trabajo. El mapa resultante se convirtió en el primer mapa y base de datos a nivel de proyecto en México, distinguiéndose de las bases de datos gubernamentales existentes que sólo proporcionaban información a nivel de concesión o licencia.

Un dato impactante revelado por nuestro mapa fue que Grupo México, una importante empresa minera mexicana, no había declarado ni un solo incidente de contaminación del agua en 17 años, a pesar de un enorme vertido de 40 millones de litros de sulfato de cobre en ríos en 2014. Este incidente había contaminado las fuentes de agua locales y causado enfermedades, pero no se había denunciado. Nuestro mapa resaltaba que 55% de las minas metalúrgicas del país no habían declarado ningún incidente de contaminación en el mismo periodo, lo que plantea graves problemas de credibilidad.

El resultado: Una nueva era de rendición de cuentas

El impacto de nuestro mapa ha sido profundo. Ha permitido entablar un diálogo más informado y basado en datos con las y los responsables de la política medioambiental y ha sido decisivo para incidir en las recientes reformas de las leyes sobre minería, agua, medio ambiente y residuos. El mapa ya constituye un valioso recurso para identificar zonas de interés, como regiones medioambientalmente sensibles y comunidades afectadas por actividades mineras. 

Trabajando dentro del colectivo «CambiémoslaYa», en 2023 abogamos por cambios ambiciosos en la Ley de Minería, que había permanecido sin cambios durante más de 30 años y estaba fuertemente sometida a la influencia de la industria minera. Finalmente, el Presidente mexicano presentó nuestras propuestas de cambios legales a las y los diputados y senadores del Congreso. Aunque más adelante suavizaron los cambios que queríamos ver, nuestros esfuerzos colectivos se tradujeron en una importante mejora legislativa: la Ley se centra en las preocupaciones medioambientales y las consultas a las comunidades. Nuestro mapa y sus resultados se utilizaron en todas nuestras actividades de incidencia política. La importancia de contar con estos datos fue indiscutible, inclusive las empresas mineras enmudecieron ante nuestras claras evidencias.

Aprendizajes y reflexiones

Este trayecto nos ha enseñado la importancia de la resistencia y la adaptabilidad. A pesar de los numerosos contratiempos, perseveramos con la creación de nuestro propio mapa y espacios de incidencia. Comprendimos la necesidad de contar con planes alternativos y reconocimos cuándo cambiar de estrategia para seguir impulsando nuestras demandas.

La creación del mapa ha puesto de relieve la importancia de los datos concretos en la labor de incidencia política. La transparencia y la rendición de cuentas en el sector minero sólo son posibles cuando los datos son públicamente accesibles. Nuestro mapa ha empoderado a las comunidades y a las organizaciones de la sociedad civil, ha servido para informar a las y los legisladores y ha planteado un reto a las empresas mineras para que actúen de forma responsable. Es un testimonio de la eficacia de la colaboración y la incidencia política basada en datos para lograr cambios significativos.

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