Voces por la Justicia: Miembros de PLQP dejan su huella en la COP16

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Esta mañana, en el horario de Colombia, miembros y socios de Publiquen Lo Que Pagan (PLQP) de América Latina y el Caribe (ALC) comenzarán a recorrer los pasillos de la COP16 en Cali. COP16 es el nombre corto de la Conferencia de la ONU sobre Biodiversidad de 2024, que reúne a los países firmantes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) y a una amplia gama de actores comprometidos con el cuidado del planeta y sus distintas especies.

Junto a miembros del Grupo Regional para una Transición Energética Justa en América Latina y el Caribe, vamos con el objetivo de impulsar por un futuro que priorice la justicia, la sostenibilidad y la inclusión. Ya es evidente que el mundo necesita volcarse hacia fuentes de energía más limpias, pero lo que no es tan obvio es cuán justa será esta transición si dejamos que sean los gobiernos y las empresas quienes tomen las riendas lejos de las voces ciudadanas. ¿Cómo se garantizará que las personas afectadas por esta transición –entre ellas, los grupos más marginados– participen en la toma de decisiones? ¿Qué garantías existen de que la transición les beneficiará, les dará acceso a energía limpia y no les perjudicará aún más?

PLQP y sus socios de México, Perú, Colombia, y Chile aprovecharán la COP16 para amplificar las voces de quienes no suelen ser escuchados.

Por una transición justa lejos de los combustibles fósiles

El cambio climático es una amenaza urgente que requiere acción inmediata. En la COP28 de la CMNUCC, celebrada el año pasado en Dubái, el mundo entero acordó eliminar gradualmente los combustibles fósiles. Ahora, necesitamos garantizar que este proceso se lleve a cabo de manera justa, con las naciones más ricas actuando primero y más rápido, apoyando a los países de ingresos bajos y medios para que realicen su propia transición.

Bajo el Acuerdo de París y el CDB, los países de ALC se comprometieron a reducir sus emisiones y a optar por energías renovables. Sin embargo, muchos países como Brasil, México y Argentina continúan invirtiendo en infraestructuras de combustibles fósiles.

La extracción de petróleo y gas afecta ecosistemas clave en unas de las regiones más biodiversas del mundo. En ALC, ha causado una significativa pérdida de biodiversidad y ha degradado ecosistemas esenciales de los cuales dependen las comunidades, especialmente en la Amazonía, los Andes y las áreas costeras.

Además, continuar invirtiendo en combustibles fósiles está generando más deuda y poniendo en riesgo nuestras economías, ya que se prevé que los precios del petróleo y el gas alcancen su máximo en las próximas décadas. Aunque los países dependientes del petróleo y el gas no son los únicos responsables de la crisis climática, necesitan un plan claro para reducir su dependencia de estos combustibles. El Civil Society Equity Review estima el plazo en que cada país debe eliminar progresivamente el uso de combustibles fósiles. Las variaciones dependen del nivel de dependencia y de las alternativas económicas que cada país pueda desarrollar para su transición.

Cada país necesita una estrategia de salida, y aunque es lógico que la duración de esta transición varíe según el país y su contexto específico, a corto y mediano plazo, esto implicará comprometerse a no iniciar nuevos proyectos de petróleo y gas, y asegurar que los ingresos actuales de este sector se utilicen para desarrollar fuentes de energía renovable y sectores económicos alternativos, así como para financiar la adaptación y mitigación climática.

Si no lo hacen, los gobiernos corren el riesgo de sumir a su gente en más pobreza, deuda y destrucción ambiental.

Las comunidades locales y los enfoques feministas deben liderar la transición

Una transición energética justa no ocurrirá sin la participación activa de las comunidades locales indígenas, afrodescendientes y campesinas. Ellas necesitan acceso a los espacios de toma de decisiones frente al desarrollo de sus territorios. En ALC –al igual que en Madagascar, de donde provengo, y en muchos países del Sur Global– las comunidades locales, los pueblos indígenas y las mujeres rurales a menudo han sido excluidos del acceso a la energía. Un modelo feminista y comunitario de energía renovable es esencial para reducir las desigualdades, romper con el extractivismo y garantizar el acceso equitativo a la energía limpia para todos.

Los gobiernos y las empresas deben hacer que la información sea pública y fácilmente accesible, en idiomas que los grupos marginados puedan entender para participar de manera activa en los procesos de decisión.

Generando cambios a nivel regional y defendiendo a los defensores

Los países son más fuertes juntos. Se necesitan urgentemente esfuerzos regionales coordinados para alinear las políticas nacionales con los compromisos internacionales sobre clima y biodiversidad, y así promover la energía renovable en la región. Junto con la COP30 de la CMNUCC, que se celebrará el próximo año en Río, la COP16 es una oportunidad para que ALC lidere y abra el camino hacia un mundo más limpio y justo. La acción colectiva y organizada de la sociedad civil será clave para que esto suceda.

Esta acción conjunta también es crucial para impulsar una mayor protección de las y los defensores de derechos humanos y el medio ambiente, quienes son blanco de ataques y amenazas. Según Global Witness, más de 2,100 defensores y defensoras de la tierra y el medio ambiente fueron asesinados a nivel mundial entre 2012 y 2023, con tasas alarmantes en ALC y con Colombia, el país anfitrión de la COP, liderando las cifras de amenazas. Las conversaciones sobre el clima y la biodiversidad son una pérdida de tiempo y energía si siguen ignorando el destino de quienes luchan por sus derechos en todo el mundo; no puede haber justicia en la transición energética mientras voces independientes, como la del Dr. Gubad Ibadoghlu en Azerbaiyán, sigan siendo reprimidas. La justicia comienza con las libertades: de expresión, de pensamiento, de vivir sin miedo, y PLQP seguirá luchando por ellas hasta que estén garantizadas y protegidas.

La justicia climática exige acción, ¡aprovechemos al máximo la COP16 para que nuestras voces sean escuchadas!

 

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